Colombia fue testigo de una reprochable invitación por parte de Gustavo Petro, quien a manera de chantaje quiso intimidar a los congresistas que estamos en la oposición, incitando a sus
“…dictador me llaman, cuando hemos dejado nuestra obra en manos del Congreso de la República…pero lo que sí debo advertir es que si por alguna circunstancia las reformas se entrabaran