Por: John Harold Suárez Vargas,
Senador de la República.
En enero de 2020 se respiraba un aire de optimismo en muchos departamentos y municipios de Colombia por la llegada al poder de algunos candidatos elegidos en representación de movimientos alternativos quienes en campaña proclamaban tener la solución a todos los problemas ofreciendo ríos de leche y miel.
Pero que lejana ha sido la realidad para Cali, Medellín, Buenaventura, Bogotá, el departamento del Magdalena, entre otras regiones; en ellas el manejo de la pandemia y del paro han tenido coincidencias: escándalos de presunta corrupción, decisiones vacilantes y contradictorias, desafío al ordenamiento jurídico, manejo selectivo de las garantías de los derechos humanos y en algunos casos, justificación de la violación al Código Penal y a la Constitución como expresiones válidas de la protesta pacífica, tal como lo investigan las autoridades.
Es claro que algunos de estos actores interpretan guiones preconcebidos donde promover el odio, las divisiones sociales e imputar responsabilidades al gobierno de turno son la constante de quienes perdieron las elecciones en el año 2018, y de un sequito de congresistas que hoy gozan plácidamente de sus curules gracias a la democracia, una democracia que curiosamente señalan de no existir en nuestro país, pero que hábilmente utilizan con recursos como la inviolabilidad parlamentaria, ignorando el derecho a la presunción de inocencia para prejuzgar a todo adversario político desde su fuero de congresistas para ganar popularidad en redes sociales.
Quien no comparte su filosofía es estigmatizado como enemigo del pueblo. Pero estos autoproclamados “defensores de la naturaleza de los sectores más vulnerables” fueron quienes votaron negativamente la gratuidad en la vacunación contra el Covid-19, el Ingreso Solidario, el PAEF, el presupuesto nacional, cuyo rubro más alto en este gobierno ha sido para la educación por encima del de defensa, y hundieron el proyecto de ley que prohibía la explotación minera en los páramos, por solo mencionar algunas de sus acciones en el Congreso.
Hoy, cuando más necesitamos inversiones para generar empleo e impuestos para dirigir esos recursos a programas sociales, no podemos volver a las cláusulas que condicionaban inversiones y contratos si un determinado candidato llegaba al poder, especialmente aquel que pretende manejar la economía del país al mejor estilo del banquero del popular juego ‘Monopolio’.
Las observaciones y recomendaciones de la CIDH no pueden ser utilizadas como una patente de corso para quienes bloquean vías. Con y sin violencia esta acción es una violación a la ley y a los derechos humanos de los no protestantes.
Nota: La Matrícula Cero es una realidad; no de hoy, no a consecuencia del paro: desde el Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional, el programa ‘Generación E’ ha beneficiado a más de 100.800 estudiantes. En el marco de la pandemia, el Gobierno expidió el decreto 662 creando el Fondo Solidario para la Educación que ha permitido el acceso gratuito a estudios de pregrado desde el año anterior y el primer semestre de este año a miles de estudiantes. Para este segundo semestre de 2021 y todo en año 2022 este fondo se capitalizó logrando que más de 63 instituciones universitarias y escuelas tecnológicas públicas, beneficien a más de 700 mil estudiantes de estratos 1,2 y 3 con educación gratis, programa que se convertirá en una política pública permanente.