Doctor
Arturo Char Chaljud
Presidente del
Senado
Apreciado señor Presidente:
Me dirijo a usted para presentar renuncia al Senado de la República.
El Magistrado José Luis Barceló me llamó a indagatoria hace más de dos años, en un proceso que desconocía, cuya existencia el mismo magistrado había negado. En proceso anterior y conectado con este, ante el mismo magistrado, se me anunció versión libre que nunca me permitieron.
La medida de aseguramiento con detención domiciliaria, con la violación de ocho garantías procesales, con interceptaciones ilegales y dolosas, también a uno de los abogados, filtraciones selectivas a adversarios políticos y periodísticos en lugar de publicar todo el expediente, detenido por inferencias, sin pruebas directas, sin recibir varias declaraciones, con compulsa a testigos a favor, sin que mis abogados hubieran podido contra interrogar, con el magistrado que advertía de posible auto incriminación para ayudar a la contraparte a esconder mensajes, anulan cualquier expectativa de poder regresar al Senado, institución en la cual procuré ser cumplido y aportar con estudio a los diferentes temas.
Anhelo que Colombia se recupere de tantas dificultades sin poner en riesgo las libertades, con seguridad democrática y eliminación del narcoterrorismo.
Insisto en la necesidad de una economía fraterna, sin odio de clases y sin egoísmo, que lleve de la mano un gran apoyo a la empresa privada y a la política social.
Reitero la creencia en un estado de austeridad burocrática, con más recursos para la educación y la salud, y con más espacio para la creatividad del emprendimiento privado.
Hago votos por una reforma a la justicia que la despolitice al cambiar el sistema de elección de magistrados. Estos deberían llegar a la alta corte en edad madura que haya disuelto las vanidades y afianzado el apego a la rectitud, estar allí por largo tiempo en lugar de utilizar la silla giratoria hacia los negocios o la política.
Los actos y decisiones de individuos ayudan al respeto por las instituciones en las que actúan o generan todo lo contrario.
La lucha por la defensa de la libertad de Colombia es un imperativo irrenunciable.
Me suscribo con la mayor consideración,
Álvaro Uribe Vélez
18 de agosto de 2020