Como antioqueño, toda mi vida me he beneficiado del bienestar que han creado las Empresas Públicas de Medellín en los habitantes de la región. Por ello, y al igual que todos mis conciudadanos, siento en mis más profundas fibras un sentimiento de desasosiego cuando ocurren sucesos que le pueden significar un riesgo o amenaza.
El martes 11 de agosto se conoció la noticia de que, con excepción del señor Alcalde, Daniel Quintero, todos los demás miembros de la Junta Directiva de Empresas Públicas de Medellín renunciaron a su cargo, señalando como razón el incumplimiento de las Buenas Prácticas de Gobierno Corporativo que deben seguir las empresas.
Sorpresivamente también los miembros de la Junta directiva de Ruta N renunciaron en el día de ayer a su condición ante el incumplimiento de parte del Alcalde del procedimiento para el cambio de Gerente General.
El progreso y la creación de riqueza en la sociedad es el resultado del trabajo conjunto de todas las personas: trabajadores, empresarios, organizaciones sin ánimo lucro, defensores de Derechos Humanos, líderes sociales y políticos, la fuerza pública, y ciudadanos en general; juntos desarrollamos nuestra cultura e instituciones que son a su vez parte de nuestra esencia.
La gestión de las empresas, y en general de cualquier corporación, se basa en una institucionalidad interna que permite la confrontación de experiencias, visiones y saberes; y establece controles a las actuaciones de manera que se obtengan resultados que beneficien a la institución y a la postre sociedad. En muchas ocasiones, aunque se actúe con la mejor intención y bajo el cobijo de la legalidad, sino existe apertura a escuchar a otros y con ello ampliar la visión de los problemas, se puede llegar a tomar decisiones que no sean las adecuadas por no haber sopesado toda la gama de alternativas o por no haber contado con la valiosa contraposición crítica e independiente.
Gracias a la experiencia adquirida durante muchos años se ha logrado entender el valor de las buenas prácticas de gobierno empresarial. Por ello, como representante de la comunidad, quiero hacer un llamado al Alcalde para que en estas instituciones tan queridas, reestablezca el gobierno corporativo con la participación de personas diversas y respetadas; pero que además, sin menoscabar el papel protagónico que debe jugar el alcalde de la ciudad en estas instituciones permita también los controles y beneficios que les brinda ser entidades autónomas del municipio.
Las nuevas ideas, las propuestas transformadoras, la pujanza deben también ser equilibradas con la visión y cooperación de diversos actores puesto que siempre, las soluciones a las que se llegue habrán sido enriquecidas en el proceso.
Señor Alcalde, usted tiene una responsabilidad en la gestión de los recursos de la región y en liderar los procesos de transformación. Lo invito a que incluya en esta tarea a personas con experiencia empresarial y profesional, una trayectoria intachable, altas calidades morales y éticas; para que entre todos construyamos un país mejor.