Por: Paola Holguín

 

Esta semana ocurrió un episodio en redes con un meme de Star Wars, que me llevó a hacer varias reflexiones. Primero les cuento la historia; -el concejal del alcalde de Medellín, Alex Flórez, un cartagenero bastante virulento y ofensivo, creó un meme con los malos de la saga de Star Wars, caricaturizando a un grupo de contradictores de Quintero (Álvaro Uribe, Federico Gutiérrez, Alfredo Ramos, Luis Alfredo Ramos, Juan David Valderrama, Daniel Duque y yo); yo tomé la imagen y le respondí: “la veeduría ciudadana tiene muy atormentado al señor Quintero y a su séquito… dicen en mi tierra el que nada debe, nada teme o si no estoy haciendo nada malo, porqué estos nervios?… y la “liga de la justicia” también los asusta”. Ellos usaron ese trino y lo enviaron a medios y a su bodeguita, para que me atacaran por usar a los villanos, pero omitieron que la imagen y el rótulo de “liga de la justicia” era de ellos, y yo simplemente hice lo que me enseñaron desde pequeña, reírme de mi misma y no dejarme acomplejar por quienes tienen como única arma ridiculizar…

Ahí entendí varias cosas, el poder manipulador en medios y redes de Quintero y su bloque, pues dicen que detrás están unos asesores traídos desde Bogotá (Juan Mesa, Camilo Cano, y Marilyn López); pero más allá de eso, lo que preocupa es que todos repliquen cosas sin investigar, ni ir más allá, y especialmente, que traten de trivializar lo importante y de dar importancia a lo trivial.

La estrategia de Quintero y su séquito, ha sido ridiculizar, perseguir y estigmatizar a sus contradictores, lo hicieron con la veeduría ciudadana recientemente creada “Todos por Medellín”, conformada por alrededor de 50 personas naturales y jurídicas, entre organizaciones sociales, cívicas y ciudadanas, corporaciones, fundaciones, sindicatos, gremios y ciudadanos; que se reunieron preocupados por lo que estaba sucediendo en la Ciudad, especialmente en EPM, y el pasado 22 de agosto, aprobaron estatutos, eligieron a un Consejo Asesor y produjeron un manifiesto, que deja claro su labor de señalar prioridades, orientar y vigilar la gestión pública local, su carácter NO político, y su protección de los intereses colectivos.

A pesar del reconocimiento que tienen muchos de sus integrantes, por ejemplo, Analdex, ANDI, Cotelco, Asocolflores, las cinco Cámaras de Comercio seccional Antioquia, Fenalco, la Cámara Colombiana de Infraestructura, la SAI, la Federación Nacional de Cafeteros, la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, Augura, la Lonja de Propiedad Raíz, Confiar, Proantioquia, entre tantos otros, desde la Alcaldía se han proferido constantes ataques y descalificaciones a esta veeduría que es legítima, un derecho constitucional consagrado en el artículo 270.

Pero además de la Veeduría, ahora tratan de proceder igual con los sectores políticos que abiertamente nos declaramos contradictores de la administración, por la preocupación que nos genera la ruptura que están creando en nuestra institucionalidad y en todo el proceso de buen gobierno corporativo que se ha desarrollado en entidades emblemáticas como EPM y Ruta N; nos preocupan los escándalos de corrupción en contratación, nepotismo, y una serie de denuncias que se vienen haciendo desde diferentes sectores.

Los antioqueños estamos preocupados, porque sabemos que hay muchos bloques empecinados en el fracaso de Hidroituango, en la destrucción de EPM y de todo lo que hemos construido gracias al trabajo mancomunado de la sociedad, los sectores públicos y privados; nosotros siempre hemos estado orgullosos de lo que con tanto esfuerzo hemos logrado; pero hoy vemos que sectores políticos dentro y fuera del territorio, están aliados con Quintero, para tratar de derribar el muro de contención que hemos sido para el avance de esa izquierda radical y esos sectores corruptos que quieren acabar nuestra Ciudad y nuestro Departamento.

Pero las crisis son oportunidades, y hoy estamos desde diferentes orillas unidos para defender nuestra tierra y nuestro patrimonio; para no permitir que prospere esa división y odio de clases que está tratando de crear Quintero y su séquito; que no se equivoque diciendo que nuestra clase dirigente y empresarial ha sido corrupta, porque los hechos y lo que es Medellín y Antioquia, demuestran que aquí, en medio de la adversidad, hemos trabajado unidos con honradez para tratar de salir adelante.

Mientras Quintero y otros gritan, ¡abajo los antioqueños!, nosotros respondamos como lo hizo en su momento Rafael Uribe Uribe, recordando a esos hombres y mujeres que nos han hecho grandes, y que los que hoy gritan abajo los antioqueños, después podrían gritar:  “abajo los boyacenses, abajo los caucanos, abajo los costeños”… en vez de dividirnos, hagamos esfuerzos por merecer nuestro gentilicio, y por hacer cada vez más grandes a nuestros departamentos, y con ellos a la Patria toda.