Inicia un nuevo año, uno sin duda, cargado de importantes desafíos para Colombia, para el Congreso de la República y para el gobierno del presidente Iván Duque. Por eso, en este primer mensaje del 2020 quiero destacar las cosas positivas, los hechos esperanzadores que dejó el 2019, así mismo compartir los retos y desafíos que he trazado para ejecutar mi labor en el Legislativo, como Senadora de la República por el Partido Centro Democrático.

 

Entre las cosas positivas del 2019 debo destacar los avances en seguridad; punto en el que resalto la reducción de la tasa de homicidios y haber sido el año con menos casos de secuestro desde 1984. Igualmente, un mejor comportamiento de la economía y un buen marco tributario que contribuye a estimular el crecimiento del empleo, la formalización empresarial y la equidad con la reforma tributaria aprobada el pasado mes de diciembre.  En materia de lucha contra la corrupción resalto la aprobación de la ley que elimina la casa por cárcel para los corruptos, lo que pone un `tate quieto´ a la pésima costumbre de dar tratamiento especial y no cárcel a los que se han llenado los bolsillos con el dinero de la salud, la educación y la alimentación escolar de los niños colombianos.

 

Igualmente hay que resaltar el aumento del 6% por segundo año consecutivo en el salario mínimo, lo que representa el mayor incremento real obtenido por los trabajadores en los últimos 30 años. A ello se suma que la inversión extranjera directa superó el 20%, el recaudo de impuestos aumentó más de un 10%, las remesas de colombianos en el exterior a sus familias llegaron a cerca de $22 billones; y sin duda, el 2019 ha sido el mejor año para el turismo con 4,5 millones de visitantes no residentes.

 

Pero si bien son muchos los resultados positivos en todos los frentes de la vida nacional, hay que buscar más y mejores resultados que sigan aportando a la construcción de una Colombia mejor para todos, con más oportunidades, con una economía creciente, incluyente y diversificada; con una educación y salud de calidad, y mayor acceso en zonas rurales que permita cerrar las brechas tanto sectoriales como regionales; aumentar el compromiso y las acciones para proteger la naturaleza y preservar la buena calidad del agua y el aire; y por supuesto para mantener la alegría y la convivencia ciudadana, y el cuidado de los más vulnerables.

 

Hablemos ahora del 2020. Este inicio de la tercera década del segundo milenio será un año muy importante para reafirmar desde el Congreso de la República y desde mi partido el Centro Democrático nuestro compromiso con la defensa de la institucionalidad y la independencia de poderes; la despolitización y eficiencia de la justicia; el manejo pulcro de los recursos del Estado; incentivar la inversión privada; mayor eficiencia y focalización en la inversión pública; defensa del sector rural y la modernización y formalización productiva del Agro; preparar a nuestros jóvenes para los permanentes cambios tecnológicos y trabajar en la revisión de los marcos normativos frente a sus implicaciones en el mercado laboral; mantener el diálogo con los ciudadanos y el acompañamiento a los nuevos mandatarios regionales para el cumplimiento de sus promesas de campaña y la buena gestión; luchar para la erradicar los cultivos ilícitos y combatir la criminalidad; y por supuesto, seguir defendiendo los principios democráticos.

 

En materia de agenda legislativa seguiré impulsando los proyectos de ley, de mi autoría y que hacen trámite en el Congreso, como: prohibir la maternidad subrogada con fines de lucro, apoyar el bastón blanco para una mayor inclusión de personas ciegas; etiquetas braille en medicamentos y alimentos; promoción de la guadua como producto agroforestal; apoyo a la pesca artesanal; y la protección y conservación del patrimonio arqueológico de La Mojana sucreña; entre otros.

 

Otro de mis compromisos será el de promover debates de control político de gran interés para el país, como el del Incumplimiento de las Farc a las obligaciones derivadas del Acuerdo Final; una revisión a los impactos sobre las finanzas territoriales y el consumo de la ley de licores aprobada en 2017; una reflexión sobre el estado actual del Sena y qué pasó con las irregularidades que se denunciaron en 2017; y  en el tema ambiental revisaremos los usos de la biodiversidad y su marco normativo en nuestro país.

 

Mi invitación a los colombianos de bien, a los que amamos y nos duele la Patria, a que demos ejemplo de trabajo honesto y solidario; de buenas costumbres en el respeto a las normas y el buen trato ciudadano; de ayudar a niños, personas en condiciones de discapacidad y a adultos mayores; de gratitud y respeto a nuestros soldados y policías; y a no perder la esperanza de que cada uno sí puede ser motor de ejemplo y de cambio. Colombia es de todos y la construimos entre todos.

 

A los que anuncian marchas y paros, los invito a que sean consecuentes y que asuman también sus deberes. En especial a los maestros, quienes deben dar ejemplo de que en cualquier sociedad no puede haber derechos sin deberes, y ellos tiene uno de los más importantes, orientar bien el proceso de aprendizaje de sus alumnos para que enfrenten la sociedad del conocimiento. A los niños y jóvenes los invito a estudiar y aprender, y a los maestros a trabajar y enseñar. A los que hacen politiquería con las marchas que esperen a las elecciones del 2022 para que sea el pueblo con su voto los que decidan qué persona y propuestas quieren favorecer. Confío que triunfe la defensa de las libertades y el estado de derecho.

 

Ruego a Dios bendiga la Patria y a todos los hogares. A la Patrona Nuestra Señora de Chiquinquirá que siempre nos cuide.

 

¡Bienvenido 2020!