Por: John Harold Suárez Vargas,
Senador de la República.
3.804 deportistas de 39 disciplinas deportivas provenientes de 41 países participarán, a partir del próximo 25 de noviembre, en los primeros Juegos Panamericanos de la Juventud en la ciudad de Cali y en las sub sedes de Jamundí, Yumbo, Calima El Darién, Palmira, Buga y Barranquilla, esta última ciudad donde se realizarán las competencias de béisbol y softbol.
Este es el evento deportivo más importante que se realiza en nuestro país desde la realización de los World Games Cali 2013 donde logramos que Buga se constituyera en subsede, y después de pasar los momentos más difíciles de la pandemia del Covid-19. Es una nueva oportunidad de mostrar a los colombianos la importancia del turismo deportivo en el desarrollo económico de una región y un país, tal como lo argumentamos en el Senado de la República para que se aprobara nuestra proposición de incluir esta actividad en la nueva Ley del Turismo.
Como miembro de la familia del deporte, por formación y convicción personal, es gratificante ser testigo de la realización de este evento en el que mi ciudad natal, Guadalajara de Buga, albergará las competencias de boxeo, ciclismo de ruta y, BMX este último en un escenario gestionado en mi último periodo como alcalde 2012 – 2015.
Se estiman que a Cali y al departamento del Valle de Cauca llegarán más de 8.000 turistas que reactivarán el comercio, la hotelería, la gastronomía y demás actividades trasversales, brindando oportunidad de empleo a más de 10.000 personas y generando ingresos por más de $60.000 mil millones. El civismo y la hospitalidad deben ser la imagen que se lleven de nuestras ciudades, y que los primeros Juegos Panamericanos de la Juventud se desarrollen en el marco del sano espíritu y los valores que el deporte promueve y motiven a los niños y jóvenes a acoger el deporte como estilo de vida.
Es importante reconocer la gestión del entonces ministro del Deporte, Ernesto Lucena, un hombre nacido y comprometido en la familia del deporte, a quien acompañamos en la gestión ante el Ministerio de Hacienda, para que la Nación apropiara los recursos necesarios para garantizar la realización de este evento, en medio de las limitaciones presupuestales como consecuencia de la pandemia.
Los VI Juegos Panamericanos celebrados hace 50 años en Cali partieron en dos el desarrollo de la ciudad y parte de la región: dirigentes visionarios, con vocación de servicio y sensibilidad social, muy distintos a los del presente, ejecutaron obras como la culminación del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, la calle 5ta., la avenida Ciudad de Cali, la ciudadela de Univalle que sirvió para el alojamiento de deportistas, el Coliseo del Pueblo, las piscinas Panamericanas, el Terminal de Transportes, entre otras que proyectaron a Cali como ‘La Capital Deportiva de América’.
Cabe hacer la pregunta ¿Qué obras de transformación para Cali ha realizado el alcalde, Jorge Iván Ospina, en el marco de estas justas deportivas?
Los juegos mostrarán el relevo generacional de nuestros deportistas de alto rendimiento, ya que quienes logren medalla de oro tendrán su cupo asegurado a los XIX Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.
Ojalá no se presenten escándalos de corrupción y sobre costos en las obras ejecutadas, tal como sucedió con la remodelación del estadio Pascual Guerrero en 2011 para el Mundial de Fútbol Sub 20.
Como consideración final, esperamos que los entrenadores deportivos de nuestro país hayan sido tenidos en cuenta por el actual ministro del Deporte, Guillermo Herrera, para permitirles el ingreso gratuito a las competencias, con el fin de enriquecer su formación. Sutiles aportes que generan grandes resultados, si son tenidos en cuenta como se merecen.