Por: Margarita Restrepo
Cuando de mancillar el buen nombre y la dignidad del presidente Duque y del expresidente Uribe se trata, sus enemigos políticos no respetan límite alguno.
Ahora, encontraron una trascripción de un audio, en el que se da a entender que hubo una posible compra de votos en el departamento de La Guajira, para la segunda vuelta en la que Iván Duque fue elegido presidente de la República.
La semana pasada, en su cuenta de Twitter, el presidente Uribe, aclaraba que a lo largo de su carrera política, ha sido un batallador de la democracia. Empezó como concejal hace 46 años, siempre consiguiendo votos con el esfuerzo de la dialéctica, enfrentándose a rivales poderosos y convenciendo a sus electores con argumentos sólidos.
Por supuesto que este asunto debe esclarecerse y llegar hasta las últimas instancias. Lo primero, determinar qué hay detrás de esa actividad irregular y aclarar si ese dinero del que se habla, efectivamente existió.
Hice campaña a favor del presidente Iván Duque y puedo dar fe de la transparencia y rigurosidad con que el gerente de la campaña, Luigi Echeverri, manejó los recursos. En la segunda vuelta, hicimos proselitismo con el dinero que el Estado entregó por concepto de anticipos y con los recursos que emanaron de dos créditos.
Yo fui víctima de una persona inescrupulosa que trató de enriquecerse utilizando mi campaña al Congreso y, por eso, sé que algo semejante pudo ocurrir en la segunda vuelta de las presidenciales de 2018.
No se trata de hacer prejuzgamientos infames contra absolutamente nadie, pero quien sea la mujer que habla con el “Ñeñe” Hernández, tiene el deber de aclarar el asunto para efecto de despejar dudas y evitar que las suposiciones atenten contra la verdad de los hechos.
No es la primera vez que se arma un escándalo con fundamento en la transcripción de una interceptación telefónica. Hace algunos meses, trataron de mancillar al presidente Uribe, con una transliteración adulterada, en la que se cambió una palabra y con ello se alteró íntegramente el sentido de la conversación.
Este es un asunto delicado y, en consecuencia, debe otorgársele la atención debida, sin caer en trampas. Iván Duque ganó en franca lid. Su campaña fue transparente y así queda establecido al revisar los informes de la gerencia de la misma, los cuales fueron avalados por las autoridades electorales de nuestro país.
Llama mi atención que la transcripción en cuestión, haya aparecido en este preciso momento y que la conversación sea entre una persona que fue asesinada y que no puede defenderse y una mujer cuya identidad no ha sido revelada. Entonces, nos encontramos ante un documento escrito -que no auditivo- cuya autenticidad es imposible de determinar.
Sin pruebas fehacientes, no puede emitirse una condena ni judicial ni política. Los más de 10 millones de votos que obtuvo el presiente Duque en la segunda vuelta de 2018, son absolutamente legítimos. Fueron el reflejo de la voluntad popular que quiso que el uribismo regresara al poder. Y ese resultado debe ser defendido en todas las instancias, sin importar lo que aquello implique.