Por: Gabriel Vallejo
@GabrielJVallejo
La semana pasada, fue tal vez, una de las más cruciales desde que arrancó el periodo legislativo en julio de 2018.
En la Cámara Alta, los congresistas debatieron por largas horas, los seis artículos que modifican la Justicia Especial de Paz presentados por el presidente Iván Duque, sin embargo, como la discusión no llegó a ningún acuerdo, el articulado se hundió en el recinto del Senado y ahora será la Corte Constitucional quien tomé la decisión final.
La situación en la Cámara de Representantes tuvo una suerte diferente. Aunque vivimos arduas horas y momentos de tensión durante la discusión de la hoja de ruta con la que navegaría Colombia en los próximos cuatro años, fue posible aprobar el Proyecto.
Hoy, con la frente en alto y gran satisfacción del deber cumplido puedo decir que el Plan Nacional de Desarrollo, (PND) salió adelante, ceñido a su lema «Pacto por Colombia, pacto por la equidad» y millones de colombianos se beneficiarán por un paquete de iniciativas ajustadas a la medida de las necesidades de la población más vulnerable, como lo son nuestros campesinos.
Este articulado es la oportunidad para que Colombia destine sus recursos en proyectos que aumenten la competitividad, el desarrollo, el emprendimiento, la tecnología y la ciencia.
Entre los artículos que se aprobaron en el PND, está el del Piso Mínimo de Protección Social que en realidad es el primer paso para abrir la puerta a la revolución de la formalización de millones de colombianos que hoy no cuentan con el acceso a un sistema de salud, a la afiliación de los beneficios económicos periódicos (Beps) y a la seguridad integral rural.
Estas garantías son una realidad y contribuirán a la dignificación de aquellos hombres y mujeres que dedican día a día su vida al trabajo, principalmente en el sector rural y ganan menos de un salario mínimo.
Además, el anhelo de 540 mil familias cafeteras de contar con un Fondo de Estabilización de Precios del Café también fue aprobado, es decir, contarán con una ayuda adicional para atender la crisis por la que hoy por hoy atraviesan.
Este pacto nos compromete a todos, es un acuerdo que fue construido desde las regiones y las necesidades de la población.
Es un Plan que cuenta con un presupuesto total de $1.096 billones; de los cuales $510.1 serán destinados a proyectos de inversión social, es decir, el 47% del total de los recursos del PND.
El Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío) y Antioquia contará con una inversión de $136.6 billones con los que se busca reducir la pobreza, crear empleos, estimular el crecimiento económico, cerrar las brechas sociales y llegar a territorios olvidados.
La materialización de muchas de los compromisos que adquirí en tiempos de campaña están ad portas de ser una contundente realidad.
La Construcción del Parque San Mateo, el Catastro Multipropósito, educación bilingüe, protección y preservación del Paisaje Cultural Cafetero, la Construcción de la cárcel de Pereira, el Centro Regional de formación en la Plec, siete mega colegios en Risaralda, ajustes en la infraestructura de la UTP, el Aeropuerto del Café, vigilancia en fronteras para evitar el incremento del contrabando, subsidio de energía y gas para pequeños productores agropecuarios; son sólo unos pocos de todo el cóctel de beneficios que trae el Plan Nacional de Desarrollo presentado por el Gobierno del Presidente Duque, apoyado incondicionalmente por el Partido Centro Democrático, aprobado por la plenaria de la Cámara de Representantes y acogido por el Senado de la República; todo pensando en pro de los colombianos.