Por: Margarita Restrepo
Esta semana, José Obdulio Gaviria se reincorporará a sus labores como Senador de la República, luego de algunas semanas de convalecencia.
Conocí a José Obdulio en Medellín hace muchos años y fue él quien despertó en mí, a través de sus libros y columnas de opinión, el espíritu de lucha política, en defensa de las ideas del presidente Uribe.
Si alguien domina a fondo la doctrina uribista, ese es José Obdulio Gaviria, sin duda alguna, un intelectual extraviado en el mar -muchas veces turbulento- de la política colombiana.
Su presencia en el Senado, junto al presidente Uribe, ha sido fundamental para la consolidación del Centro Democrático, partido que existe, en muy buena medida, gracias a su insistencia y persistencia. Desde comienzos del año 2011, cuando era inevitable la confrontación con Juan Manuel Santos, como consecuencia del engaño de ese expresidente a los más de 9 millones de colombianos que lo llevaron al poder, José Obdulio se empleó a fondo en la planificación y estructuración de una colectividad que tuviera la capacidad de recoger a los millones de ciudadanos que fueron estafados por Santos.
Desde siempre, José Obdulio fue un convencido de que la acción política debía organizarse entorno a un partido que introdujera en sus cimientos fundacionales, los elementos básicos de la doctrina uribista.
Es un hombre pausado, reflexivo, con una inmensa capacidad de análisis y una inagotable voluntad de trabajo. Su visión de la política, riñe con las prácticas proselitistas tradicionales y, en consecuencia, ha sido uno de los más fervientes defensores de las listas cerradas a las corporaciones públicas, pues en criterio suyo -sobre el interés y las ambiciones individuales- debe primar la defensa y propagación del cuerpo doctrinario del partido.
Su voz, es una de las más oídas y respetadas, tanto en la comisión primera, como en la plenaria del Senado, precisamente porque todas sus intervenciones y planteamientos, se ajustan a la línea de pensamiento que él defiende. Por eso, propios y extraños coinciden al afirmar que José Obdulio Gaviria es una de las voces más autorizadas del uribismo.
Pecan de ignorantes, aquellos que lo descalifican sin haberlo conocido, o sin haber debatido con él. Algo que siempre le he admirado, es su disposición permanente para sentarse a conversar con todas las personas, independientemente de su filiación ideológica. José Obdulio Gaviria es la antítesis del sectarismo.
Celebro su regreso al Congreso y su presencia será fundamental en estas semanas finales de la campaña electoral. El Centro Democrático, tiene en José Obdulio, un senador serio, pragmático y coherente.
En estos momentos, de gran crispación, en los que los insultos, las mentiras, las agresiones y los atentados personales -como el que acabó con la vida de nuestro candidato a la alcaldía de Toledo, Orley García- han desplazado los grandes debates, la reincorporación de José Obdulio a la lucha política es más que bienvenida y necesaria, pues su voz y sus planteamientos, le imprimen profundidad y seriedad a la confrontación ideológica.