El Congreso de la República tiene enormes desafíos en este nuevo periodo de sesiones ordinarias. Uno de ellos, sin duda, será seguir trabajando desde la virtualidad con toda la dedicación y dinamismo para cumplir a cabalidad con la agenda legislativa, en especial el control político que demanda las decisiones adoptadas por el gobierno nacional para enfrentar la emergencia por la pandemia del Covid-19.
Fiel a mi compromiso de trabajar por Colombia, su gente y sus regiones, llevaré a estudio del Legislativo 14 proyectos de ley durante este tercer período de sesiones. En esta columna presento un resumen de las primeras ocho iniciativas que radiqué el 20 de julio para su respectivo trámite en el Congreso de la República.
Con el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas y terminales, se hace necesario disponer de profesionales de la salud preparados para atender con cuidados paliativos a los ciudadanos. Por ello, un primer proyecto de ley busca fortalecer la educación en cuidados paliativos en las facultades de medicina y demás áreas de la salud. Así mismo se radicó un proyecto de ley que busca implementar el Sistema Braille en empaques de productos alimenticios y de medicamentos, y en servicios turísticos y sitios de carácter público. Esta iniciativa también contempla que haya textos y guías escolares definidos por el Ministerio de Educación, impresos en braille; método de lectura y escritura táctil que elimina barreras para las personas con discapacidad visual. En el país hay cerca de dos millones de personas ciegas o con baja visión.
En esa línea de inclusión social y equidad también se llevó al Congreso una iniciativa de transporte mixto rural, que busca facilitar al sector rural, así como al turismo y pequeños productores, un transporte público adecuado a sus necesidades de movilización y la de sus productos, teniendo en cuenta además particularidades culturales de transporte en varias zonas como las cafeteras donde el Jeep, el bus escalera y otros especiales deben preservarse con todas las garantías de seguridad.
Con el fin de impulsar otras áreas de desarrollo productivo para el campo, radiqué un proyecto de ley que busca incentivar el uso productivo de la guadua y el bambú, y su sostenibilidad ambiental. Esta iniciativa responde a la necesidad de explotar ese potencial de más de un millón de hectáreas de guadua que puede sembrar el país e impulsar su uso en industrias como la construcción y la carpintería.
A renglón seguido quiero hablar de la pesca y la acuicultura, campo en el que nuestro país se destaca ampliamente debido a su ubicación geográfica, diversidad de clima y cuencas hidrográficas, lo que además permite que sea la fuente principal de ingresos y alimentación para cerca de 400.000 familias colombianas. Sin embargo, esta labor se ha visto afectada por la sobreexplotación, el uso inapropiado de herramientas para pescar, así como por la contaminación ambiental. Es por esto que, pensando en más y mejores beneficios para esta población, presenté una iniciativa que garantice beneficios económicos durante los periodos de veda, un seguro de vida por el riesgo que implica desarrollar esta actividad en alta mar, así como mejorar las condiciones de vida de los pescadores y sus familias.
De otro lado, radiqué un proyecto de ley que garantiza a otros servidores públicos el derecho consagrado en la Constitución de la objeción de conciencia para que puedan abstenerse de cumplir con el deber u obligación de realizar procedimientos como la eutanasia, el aborto o la unión de parejas del mismo sexo, si estas van en contra de sus más profundos e íntimos principios.
Frente al aumento de vejámenes contra nuestros niños y mujeres, otra iniciativa radicada es la eliminación de beneficios penales para violadores y abusadores de niños y mujeres; el cual tiene como objetivo evitar la reducción de penas por estudio, enseñanza o trabajo. Se acabaron las contemplaciones, las víctimas necesitan justicia, no impunidad.
Para terminar, está el proyecto de ley que permite que Popayán sea distrito especial histórico y cultural. Ello debido a que la ciudad blanca, con su imponente arquitectura, aporte a la historia política de la nación y tradicionales celebraciones religiosas como la Semana Santa, declarada por la Unesco Patrimonio Histórico, Cultural e Inmaterial de la Humanidad en 2009, tiene las condiciones para acceder a esa categoría.
A estas iniciativas de mi autoría se suman otras también de mi Partido Centro Democrático que estamos apoyando, como volver permanente el Ingreso Solidario, aumentando su cobertura y la transferencia monetaria para ayudar a los más vulnerables. Seguiremos escuchando a los colombianos y contribuyendo a buscar salidas a muchas de las preocupaciones que los aquejan, intensificadas hoy por los efectos adversos del Covid-19.
Lo más importante es que estamos trabajando con la esperanza de que pronto esta querida Patria supere la tristeza y el aislamiento social, y reactive la confianza en que disponemos de mejor infraestructura y servicios de salud, y más compromiso con el desarrollo productivo que genere empleo.
María del Rosario Guerra
@CharoGuerra