Por: Margarita Restrepo
 
Cuando debería estar gozando del merecido descanso, en compañía de los suyos, compartiendo en escenarios internacionales los logros de su gobierno y participando en conferencias y paneles en compañía de otros ex mandatarios exitosos del mundo, el presidente Uribe ha decidido seguir en la brega diaria de la acción política, liderando al partido Centro Democrático y constituyéndose en el pivote central del gobierno del presidente Iván Duque Márquez.
Al presidente Uribe le cabe perfectamente la frase de Abraham Lincoln, cuando sentenció que “el compromiso es lo que convierte una promesa en realidad”. Trabajando de sol a sol, atento a los devenires de la cotidianeidad política, asignándole a todos los asuntos la importancia que merecen, oyendo permanentemente el concepto y las opiniones de quienes lo acompañan y rodean, Álvaro Uribe es, sin hesitación alguna, el dirigente político más importante de todos los tiempos.
Quienes militamos en el Centro Democrático, no podemos ser inferiores al ejemplo que él nos da día tras día. Preocupado porque la bancada en pleno sea responsable y atienda con disciplina las sesiones en el Congreso, ha propendido por construir una coalición parlamentaria amplia y suficiente que le garantice la gobernabilidad al presidente Duque.
Del presidente Uribe aprendemos diariamente a no desfallecer, a persistir en nuestra labor, a estar permanentemente conectados con las bases, a estar atentos de las necesidad de la gente y a centrar nuestro accionar político en la satisfacción de las necesidades de los colombianos.
Termina este año y el balance es totalmente positivo. De la mano del presidente Uribe, el Centro Democrático se consolidó como uno de los partidos más grandes del país y lideramos una coalición que permitió la victoria de Iván Duque en las elecciones presidenciales.
El año entrante le haremos frente a unas elecciones regionales que no serán fáciles. Ya sabemos cuál es el talante de la izquierda que se ha trazado el objetivo de hacer invivible a nuestro país, promoviendo marchas y paros ciudadanos, abusando del derecho legítimo a la protesta social.
Sabemos que Petro, enredado en sus propias mentiras en el escándalo del dinero en efectivo que él aparece acariciando en un espeluznante video, no tiene ningún inconveniente en generar zozobra y desestabilizar al país para desviar la atención de sus actuaciones y para promover a sus candidatos en las elecciones venideras.
Nosotros, en el uribismo, designaremos a los mejores aspirantes posibles e integraremos listas para las corporaciones públicas con las cuales esperamos ampliar nuestra presencia en los municipios y departamentos de Colombia.
Para esta campaña que se avecina, tendremos como líder indiscutible al presidente Uribe. Con él, recorreremos de palmo a palmo el territorio nacional, presentando a nuestros candidatos y dialogando con las comunidades.
Aquellos que equivocadamente sentencian que ya es hora de que pase al retiro, les recuerdo que Uribe es un luchador de todas las horas que ha adquirido un compromiso irrenunciable con nuestro país.