Por: John Harold Suárez Vargas
Senador de la República
Ante la necesidad de impulsar la reactivación económica, fomentar el empleo, extender los programas sociales como el subsidio a la nómina, aumento en la cobertura y monto del ingreso solidario, devolución del IVA, gratuidad en universidades públicas para los estratos 1, 2 y 3, entre otros, el Gobierno Nacional ha anunciado un proyecto de reforma fiscal para la consecución de recursos que permitan su ejecución y de otro lado, de manera responsable, dejar al próximo gobierno una situación financiera sostenible.
Es bueno recordar que durante el gobierno Santos se aumentó el IVA al 19% y la deuda externa se disparó, puesto que en el año 2010 era de 64.792 millones de dólares, equivalente al 22,6% del PIB y terminó con corte a junio de 2018 en 126.249 millones de dólares lo que corresponde a 36,5% del PIB según el informe de deuda externa del Banco de la República.
Mucho se ha especulado en redes sociales y medios de comunicación sobre gravar pensiones y salarios de más de tres SMMLV, entre otros temas, pero no es serio caer en el terreno de la especulación en un tema tan sensible para la sociedad, puesto que, aún NO se conoce el texto definitivo del proyecto de ley que presentará el Ministerio de Hacienda al Congreso de la República, el cual estudiaremos con detenimiento, apoyando e incluyendo iniciativas que vayan en el sentido de favorecer programas sociales, generación de empleo y protección al ingreso de los colombianos.
Apoyaremos propuestas nacidas en nuestro partido presentadas varias veces y no aprobadas en el Senado como austeridad en el gasto, reducción de congresistas y disminución de sus ingresos, eliminar burocracia, suprimir y fusionar entidades del Estado, lucha contra la evasión y la corrupción.
Obviamente el que más gana debe pagar más, pero hay que tener mucho cuidado en no caer en extremos populistas que afecten a los empresarios, quienes son los generadores de millones de empleos o ahuyentar a los inversionistas.
Muchos no quieren ver que estamos en una de las peores crisis en la historia de la humanidad, salen propuestas como la de realizar grandes emisiones de pesos desconociendo el efecto inflacionario que esto traería
Basan su propuesta al compararnos con Estados Unidos que ha tomado esta medida, pero olvidan tener en cuenta que no es posible comparar pesos con dólares, ya que esta es una moneda aceptada en todo el mundo para transacciones comerciales y financieras, con lo cual los excesos de dólares emitidos no se quedan en Estados Unidos y así no generan un problema de inflación interno.
Los alcaldes y gobernadores deben asumir con responsabilidad su papel de administrar sus recursos y no dejar todo en manos del gobierno central para atender esta crisis económica derivada del COVID-19 y que se ha agravado con la ola invernal. No es posible continuar la política del despilfarro y la ostentación. No más ferias, reinados ni virtuales ni presenciales, el país no está para fiestas; esos eventos no quitan el hambre.
No más contratos innecesarios y con sobre costos, gastos suntuarios en reuniones presenciales, viajes, viáticos, publicidad; de ser necesario realizar reformas administrativas, priorizar obras de infraestructura para afrontar esta emergencia enfocadas en las zonas vulnerables de inundación y deslizamiento, recuperación y mantenimiento preventivo en vías rurales y redes de alcantarillado, programas de empleo y aumento de cobertura escolar.
Solo se requiere sentido común, responsabilidad, voluntad, valor y planeación para optimizar el uso de los recursos por parte de muchos mandatarios quienes están a tiempo de tomar el rumbo correcto.
Nota 1. Solidaridad con habitantes de Corinto Cauca; no podemos volver al año 2000. El narcotráfico no es ancestral.
Nota 2. Respeto y admiración para una gran madre trabajadora: mi compañera de bancada, la senadora Paloma Valencia.