Por: Rafael Nieto
 
Publicada en: El Universal
 
Ha coleccionado pocos pero poderosos enemigos, entre ellos periodistas y magistrados, Santos y sus compinches, y la izquierda de acá y la de afuera. Como no han podido derrotarlo en las urnas, a Uribe pretenden destruirle su reputación y quitarle su libertad.
Para ello han puesto en marcha un montaje. Resumo algunas pruebas: distintas personas se aproximan a personalidades cercanas a Uribe para decirles que Juan Guillermo Monsalve, quien ha acusado al expresidente, quiere retractarse. A Monsalve le entregaron un reloj del MI6 para grabar video y audio. El Inpec es dirigido por policías y son policías quienes tienen contacto con los espías.
Periodistas enemigos de Uribe han recibido apartes del expediente que está bajo reserva sumarial y cuya violación es un delito. Esas filtraciones fueron hechas por funcionarios de la Suprema. La Corte no ha iniciado ninguna investigación.
Aunque hay muchos testimonios que lo culpan, magistrados de la Corte cerraron un proceso contra Iván Cepeda por proponerle a delincuentes que rindan testimonio contra Uribe a cambio de beneficios. Para dar una idea, Cepeda confiesa haberse reunido nueve veces con Monsalve. Otros dicen que veintiuna. No ha sido considerada la carta de Enrique Pardo, compañero de Monsalve, donde narra los ofrecimientos que Cepeda le hiciera. Tampoco los testimonios de la ex flscal Hilda Niño, sobre presiones a prisioneros para que acusaran a Uribe y la vinculación de fiscales y magistrados en esa maniobra. O el del paramilitar Ramiro Henao, donde detalla cómo Cepeda ofreció “beneficios administrativos, jurídicos y económicos” a cambio de declarar contra el expresidente. Aún más grave, Carlos Areiza fue asesinado después de confesar que había mentido, a cambio de dinero y privilegios ofrecidos por Cepeda, cuando acusó a Uribe. ¿A quién beneficiaba su muerte?
En cambio, quieren indagar a Uribe aunque en los audios revelados el abogado Cadena sostenga que él le pidió que “le diga al señor Monsalve que le mando pedir el favor [de] que diga la verdad y nada más que la verdad”. ¡Imposible más transparencia!
Dicen que cuestionar esta decisión sería irrespetar la democracia. Recordemos: Sandra Yepes, auxiliar de Barceló, el magistrado que indaga a Uribe, fue quien interrogó a Areiza antes de su asesinato, trabajó de la mano de Iván Velásquez, reconocido enemigo del expresidente, y es quien dirige ahora la investigación contra él; tres expresidentes de la Corte están siendo investigados por corrupción; Barceló es mencionado en las grabaciones de la DEA. Con esos antecedentes…
Para rematar, en elexpediente.co se reveló un documento que parece ser un informe de contrainteligencia que habla de reuniones entre Santos, Cepeda y magistrados para encarcelar a Uribe. ¡Ruego porque no sea cierto!