Bogotá, 25 de abril de 2018 (CD). Texto de la constancia radicada por el senador Carlos Felipe Mejía.
“Los dos acontecimientos más graves para el país durante los últimos días, son consecuencia de las reprochables decisiones tomadas desde el mismo instante en que este gobierno inició las negociaciones con las Farc.
Para adelantar un proceso largo, oculto y declinante, el presidente permitió que se iniciara la desmembración del país. Cuando se ha debido continuar como lo esperaban los colombianos, con el avance de la política de seguridad democrática que había devuelto la tranquilidad a la mayor parte del país, el gobierno decidió interrumpir el avance estratégico en seguridad en el Cauca, Nariño y en el pacífico colombiano, justificada esta negligente actitud en la búsqueda de una paz negociada.
Fueron inmovilizadas las tropas, desmantelada la inteligencia y se renunció a la ofensiva por parte del estado legítimo. Ahí empezó a consolidarse la zona más grande del país en la que el estado y sus instituciones no pasan de ser observadores impotentes ante los hechos: Crecimiento desbordado de los cultivos ilícitos, presencia creciente de la minería ilegal, bandas criminales dedicadas a todo tipo de delitos conexos a la ilegalidad, en Cauca, Nariño, Putumayo, Chocó y Caquetá. No podemos decir que es territorio de nadie, ya que tiene dueños, el Guacho, la retaguardia de las Farc, el paisa, romaña, el Eln y las demás bacrim.
Hoy se corrobora que hay cero estado en Tumaco, corrupción total en Buenaventura, cultivos de coca multiplicándose y empoderamiento del eln en todas las actividades económicas y políticas en el Chocó.
Paralelo a la negociación en La Habana, Santos permitió que amparados en una desastrosa ley existente que habilita zonas de reserva campesina, autorizando una comisión influenciada por Samper, Cristo y Piedad Córdoba, se consolidara la república independiente del Catatumbo. Se permitió y se promovió desde el gobierno el desmantelamiento del estado en esta región del Norte de Santander, la cual fue tomada por la delincuencia oficial venezolana, el eln, el epl, los narcotraficantes de los dos países vecinos, los contrabandistas y los corruptos. Hoy el Catatumbo es otro pedazo de país desmembrado, en el que las víctimas que son todos sus pobladores, no ven otra alternativa que el desplazamiento ante la ausencia de estado y de autoridad.
Pero no contentos con esta pérdida de soberanía nacional en estos dos frentes, mediante un decreto anunciado, se entregarán tierras directamente a las farc, mediante una titulación colectiva de predios a una asociación creada y manejada por las farc. Es la colectivización de la propiedad rural, en la que los campesinos sin nada, quedan a merced de la organización político – criminal farc, hoy con poder de decisión legal.
Es todo esto, la fragmentación del estado a la cual ha conducido este corrupto negociado de la farsa paz, que se manifiesta además con la contratación delictuosa que se hace con los recursos para este propósito fallido.
Le queda la esperanza a los colombianos que Iván Duque en la presidencia en primera vuelta, retome el imperio de la legalidad, recupere las instituciones y ejerza la autoridad que nos devuelva la soberanía a todo el territorio nacional”.
Fin